Cosas Típicas que Encontramos en la Parada de Baitoa

Baitoa, 07 de Marzo 2010
Por: Junior Saviñón

La parada de Baitoa se ha convertido en una importante zona para los Baitoeros, allí encontramos la sede principal del transporte que une varias comunidades de la zona Sur de la provincia de Santiago.Hay un intercambio social, cultural y económico entre los pueblos de la zona sur con Santiago.

Entre las comunidades a mencionar están: Palo Amarillo, La Jagua, Los Ciruelos, López, Castillo, Los Melados, Km 6, San José Afuera, Km5, Mocán, Guardarraya,Los Limones, Baitoa Centro, Cruz Roja, La Lima, Loma del Coco, La Gina, Presa de Tavera, La Zanja y Bao. Todo viajero que se desplaza desde este distrito municipal termina finalizando su recorrido en la parada. Ahí lo primero que vemos son los parqueaderos de autos, te cuidan tu vehículo, pero no son responsables.Los empleados de los almacenes Díaz y Don Quilo desmontando las mercancías, la agencia de viajes, la agencia de cambio de dinero, las oficinas en el edificio de quien fue el sr Faelo (fallecido),ahí es que están todos los abogados, el control de la ruta que cuando te ve te saluda y te dice: Ya te vas, la blanca es la que se va.

Ahí mismo nos encontramos el platanero, ese mismo que conoce a todo el mundo, pero nene el relojero no se queda atrás, siempre vendiendo los Cd y DVD, cuando no tiene uno te dice: espérame ahí que yo te lo busco de una vez. El dulcero no se queda a nadie, cuando te ve lo primero que te dice: bizcocho, tengo los dulces y cuando pasa una morena lo primero que dice: Adiós morena. Los choferes como siempre mirando la pizarra para ver cual ficha es la que se va y hablando del turno de las 6.00 pm. Más para adelante está el señor de la paletera, con su cafecito caliente, listo para todos, que se pone a vender. El de los Yunyunes siempre guayando ese hielo y la gente diciendo dame un guayao de piña. Pero los choferes no se quedan atrás, aparecen ellos diciéndoles a los otros lo mal que les fue en el viaje anterior, que llegaron vacío y la cosa no está nada bueno.

Al llegar el pasajero hace su diligencia y se toma mínimo 2 horas y media para hacer sus cosas. Cuando llega a la parada, lo primero que pregunta: cuál es la guagua que se va. Si no tiene mucha gente la guagua, el pasajero no se monta para no soportar el calor, pero en ese momento el pasajero ve a una persona que tenía mucho tiempo que no se veían y lo que dice: muchacha(o) que de tu vida, aquí que vine a una diligencia y ya me voy para el campo, es como si viniera de la capital. El fracatanero vendiendo los fracatanes y con el cuento que allí le sacaron 500, el vendedor de los billetes de la lotería pasa como si fuera él mismo el que va a dar los números.

Antes de irse a su destino, el pasajero se les ocurre después que está montado, comprar una botella de agua o una tarjeta de llamadas para llamar sus parientes y decirles que ya está en la guagua y que está saliendo para allá. Ya casi listo para irse, viene el señor de los lápices, te dice que viene de hogares creas, le regalas algo y les deja los lápices.El que se le quemó la casa siempre te dice lo mismo, te pasas todo el año y el señor sigue con la casa quemada, pero eso no se que ahí, el señor que tiene problemas con los intestinos, siempre te quiere mostrar su enfermedad, pero el que vende pinchos también te vende los cepillos dentales, las agujas, te vende unas baterías que solo te sirven para 10 minutos y una pastas dentales que parecen que la hacen Moca,tú no sabes que sabor tiene, pero esto no termina aqui ,nos falta el señor que vende la novena al divino niño y los Quince minutos con Jesús.

En definitiva hacer un viaje a Santiago en el transporte público resulta muy interesante, te invito a que lo hagas.

Fotos: Jean Carlos Collado