viernes, 11 de febrero de 2011
Mientras Unos estudian otra duermen!!!ESTO ME ENCONTRE MIENTRAS ESTABA EN LA UNIVERSIDAD.
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Para muchos no es de extrañar que el estudio y el trabajo hoy sean una de las actividades más importantes para el ser humano. Pareciera que hoy para insertarse en la sociedad, laboralmente hablando, se requiere de estudios que se enmarquen con un sello de calidad y con altos grados de exigencia.
Es que el mundo del trabajo - cada vez más competitivo - exige al mejor de entre los mejores, quizás porque, actualmente la calidad de los servicios requiere a un profesional competente, integral, que sepa dar cuenta de lo que sabe y de lo que es como persona.
La vida para muchos jóvenes de nuestra comunidad transcurre así, en el día trabajando en algún lugar puntual de una empresa, cumpliendo un rol que no les acomoda, que ya les resulta incómodo y por qué no decirlo, hasta insoportable.
Esos jóvenes, esas muchachas que miran más allá de lo que hoy la vida les ofrece tienen algo de especial... pero usted dirá ¿Qué tan especial? Intentaré responder a esta pregunta desde mi experiencia.
Cada uno de ellos me han enseñado que la vida no les ha sido fácil pues en muchas oportunidades, trabajar y estudiar no resulta grato, agradable, cómodo, pero claro, a quién le gustaría cambiar el abrigo o el calor de una casa tibia en una noche fría de invierno, por estar en una sala de clases muchas veces fría, de leves paredes que traspasan el viento y el silencio de la noche, con poca luz y sombríos pasillos que invitan al descanso, al cese de la faena del día que ya termina.
Pues para estos jóvenes, (entre ellos algunos adultos) es todo lo contrario, para ellos la actividad recién empieza, las tareas abundan, las pruebas les atormentan, los apuntes se suman, las fotocopias encarecen, los profesores les exigen, y francamente no hay tiempo para descansar. Es así de simple: no hay tregua.
Junto con sobreponerse a los distintos sacrificios que la jornada laboral les demanda, y que los estudios les exige, se añade otra responsabilidad no menos importante; “delegar” el cuidado de los hijos para poder estudiar. Sí, muchos de estos jóvenes – sean hombres o mujeres – ya viven la experiencia de ser padres o madres de pequeños de corta edad que, seguramente, no entienden por qué mamá tiene que salir en la noche, y llega cuando ellos ya duermen hace horas.
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