Las aguas que llevan las cañadas (llamadas aguas negras o residuales) y los desechos industriales pueden contener nitrógeno, sulfatos, cloruros, carbonatos e incluso sustancias tóxicas como arsénico, plomo, zinc, entre otras. El vertido de estos elementos tienen consecuencias desfavorables para el río y para la salud de las personas.
De la misma manera, los asentamientos humanos a orillas del afluente, que generalmente no tienen servicio de recogida o no tienen un lugar adecuado para depositar desperdicios, aportan muchos contaminantes. En un levantamiento de la defensa civil, se aproximó que habitan alrededor de 800 familias pobres han construido en la orilla (zona peligrosa para habitar) desde el distrito municipal de Baitoa hasta Rafey (Santiago). Si se aventura a decir que cada familia produce 5 kilos de desechos mensualmente, serían 4000 kilos de desechos lanzados al tramo del río en ese período. Anualmente, el Yaque del Norte recibiría 48000 kilos de desperdicios.
Estas fuentes de contaminación suman una cantidad considerable de contaminantes. El Yaque del Norte, la más grande de las cuencas hidrográficas dominicanas, puede estar amenazado.
Artículo: Por Freddy Báez.
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