Por:Arq. Edwin Almonte
www.sabanaiglesia.org
1 Octubre 2009
Hay muchas divergencias de opiniones en torno al nombre del Flaire. Algunas personas dicen que lo correcto es El Fraile.
La palabra Flaire viene del francés Flairer que significa percibir con el olfato los olores, del otro lado la palabra Fraile viene del latín "frater" y significa "hermano". Este nombre fue utilizado para referirse en la Iglesia Católica a los miembros de las Órdenes Mendicantes, nacidas en el Siglo XIII pregonando la renuncia a las riquezas materiales y la acción apostólica y evangelizadora.
Si bien el nombre del Flaire es incierto, también lo es la la actitud de las autoridades gubernamentales y municipales con la comunidad misma que lleva este nombre.
Mientras preparábamos una tarima para desarrollar en dicha comunidad una actividad evangelística me puse a contemplar este poblado de calles polvorientas y casas de madera. Eran aproximadamente la una y media de la tarde y el sol implacable caía sobre el poblado, las calles estaban desiertas, el viento arrastraba unos charamicos, mientras un perro cojo se lamía las llagas de la pata rota y un burro cenizo rebuznaba anunciando que se le prestase atención a esta comarca o quizás quería que lo tomaran en cuenta para alguna candidatura política.
Mientras contemplaba esta escena inmediatamente mi mente se trasladó al viejo oeste norteamericano y me pareció que era partícipe , en ese momento, de una película del legendario actor norteamericano Clint Eastwood o estar leyendo a Silver Kane, Marcial Lafuente o Keith Lugar.
El colmado que me quedaba al frente parecía un famoso Salón donde esperaba encontrar en cualquier momento al cantinero que por lo peculiar siempre es un señor rechoncho, un poco sudado con un delantal, el cual sirve los tragos a los vaqueros locales y forasteros.
Volviendo a la realidad y olvidándome del viejo oeste he notado con tristeza que el Flaire se ha quedado suspendido en el tiempo y el espacio.
El desarrollo y crecimiento no es notorio en esta zona del municipio de Sabana Iglesia, a pesar de tener este pueblo un gran potencial turístico, pues sus hermosos paisajes de las verdes montañas que le sostienen son ideales para desarrollar proyectos arquitectónicos de montaña.
Por este medio virtual pedimos a las autoridades gubernamentales de la nación y a las autoridades municipales locales a que valoremos el potencial turístico del flaire, a que sean asfaltadas sus calles, a que creemos obras de interés, a que invirtamos en el Flaire para que de este modo despertemos este pueblo del letargo de la hibernación y del abandono, y ya no sea más un pueblo suspendido en el tiempo y el espacio.
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