Normalmente el primero de diciembre de cada año el pueblo dominicano y baitoero comienza a adornar sus hogares con bombillitos, decoraciones, pintan sus casas y un sin números de actividades para festejar la tan esperada navidad.
Las fiestas, los aguinaldos, las manzanas, el lechón asado, las rifas de los pavos, el ponche, las canastas por parte del gobierno, los tiros, la brisa fresca, el familiar que llega de visita, regalos de juguetes, los angelitos… son algunas de las cosas más comunes que se hacen en este tiempo.
El 24 de diciembre acostumbramos a realizar una cena navideña en la que toda la familia posible se da cita, ahí aparece el tío que viene todos los años y el radio encendido hasta hora tarde de la noche, tomándose un traguito!!!
Pero nadie se pregunta, ¿Por qué se hace esto en la navidad? Muchos adornan, pintan, cocinan, regalan, realizan todos tipos de actividades y no saben por qué lo hacen, cual es el motivo de esto.
Pero todo tiene respuesta y esa respuesta puede ser convincente o no, todo dependerá de tú cultura y de la forma en la que ves el mundo.
Aparentemente hay un ser que resulta ser muy importante en la historia y que puede ser la respuesta a tantas incógnitas, este ser hace que todo un mundo lo tome en cuenta, tanto que su vida es recordada en toda su historia, desde que nace hasta que muere, quizás no sea con una fecha precisa, pero lo importante es que fue un día y un ser como este debe de recordarse por todos los siglos como se ha hecho hasta ahora.
Este importante ser es Jesús que para la iglesia nace un 25 de diciembre de cada año, con el fin de nacer en nuestros corazones y cambiarnos para bien, que pensemos en él en todo momento, que le amemos y que lo dejemos nacer como él quiere y a la hora que él quiera.
El objetivo de este texto es que tú pinte tu casa, invite a tus familiares, escuche música y cocine, pero para que espere a Jesús que va a nacer, acuéstate tarde el 24 para que lo espere despiert@.
DIGAMOS CON ORGULLO FELIZ NAVIDAD, porque estamos felíz de que después de un año de espera naciera el que esperábamos, JESUS.
Por: Jonathan Nuñez.
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