jueves, 23 de diciembre de 2010

QUE PADECEN DOMINGA Y AGUSTÍN LES IMPIDEN TENER UNA CENA DE NOCHEBUENA EN ESTE AÑO 2010

Santo Domingo

A Dominga Candelaria y Agustín González se les olvidó la esencia de lo que es Nochebuena. “La Navidad nos ha colocado en el olvido”, expresa esta pareja de ancianos. El paso de los inviernos les recuerda, en escenarios diferentes, esos días de fiestas durante la infancia, décadas atrás, donde la mesa mostraba colorido y el olor del cerdo a la puya los mantenía exaltados. Eso ya no existe para ellos.

Las manzanas, el pavo y los dulces no son degustados por Dominga, de 59 años, quien, por sus arrugas y labios cansados, parece tener tantos años como su esposo Agustín, de 75, con quien comparte esta oscura realidad. Acostarse lo más temprano posible para no tener que pelear con las tripas hambrientas que casi nunca puede satisfacer, es su preocupación diaria.

La pareja lleva 45 años de matrimonio. “Me casé con ella el 26 de abril de 1965, en víspera de la Revolución de Abril”, recuerda Agustín, mientras contemplaba los ojos húmedos de aquella mujer con quien procreó dos hijos. Era palpable la nostalgia y el desaliento, pero también la fe que se manifiesta en cada suspiro que ambos exhalan casi sin fuerzas.

Al preguntarle qué hacen la noche del 24 de diciembre, la pareja coincidió en una palabra: “Nada”. Solo recibir lo que provee algún bondadoso vecino. En ocasiones les regalan una cajita navideña, pero este año aún no llega. Pese a este menesteroso destino ellos guardan la esperanza de que alguna Navidad sea diferente.

Allí la época navideña no hizo su entrada. “Se quedó sumergida en las aguas”, expresó Candelaria, al referirse al río Ozama, que se posa frente a su humilde casita, con sus tablas podridas y que le sirve de refugio desde hace más de 25 años.

Fuente:Listindiario.com.doTamaño de fuente

Articulo por:Andrea Luna / Benny Rodríguez

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