El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba Maria.
Llego el ángel hasta ella y le dijo: ¡Alégrate! llena eres de gracia, el señor está contigo.María quedo conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba que significaría tal saludo.
Pero el ángel le dijo: No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que le pondrás por nombre Jesús. Será grande y justamente será llamado hijo del altísimo. El señor Dios le dará el trono de su antepasado David, gobernara por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminara jamás.
María entonces dijo al ángel: ¿Cómo puede ser esto si no conozco varón? Contesto el ángel: El espíritu santo descenderá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra; Por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado hijo de Dios.
Dijo María: Yo soy la servidora del señor, hágase en mí tal como has dicho. Después la dejo el ángel.
Al saber del embarazo, su esposo José pensó en despedirla, pero como era un hombre bueno, quiso actuar discretamente para no difamarla.
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el señor por boca del profeta…
Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del señor le había ordenado y tomo consigo a su esposa y se dirigieron a Belén por motivo al censo decretado por el emperador Augusto.
Cuando llegaron a Belén, Maria estaba por dar a luz, y junto a José empezaron a pedir alojamiento en algunas casas de la ciudad de Belén del pueblo de Judea.
Al no tener suerte con los hogares visitados, José ve adelante un un pesebre y decide ir con Maria, ya que esta estaba a punto de dar a luz.
Nacido el niño Jesús llegan de oriente unos reyes guiado por una estrella a conocer al recién nacido y a darle algunos regalos.
Por: Jonathan Núñez.
Fuente: La biblia
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