Alguien
tenía que cargar con la culpa por el derrumbe de los Indios. Como suele
ocurrir, fue el manager, en esta ocasión Manny Acta.
El dominicano, contratado por Cleveland en 2009, luego
de dos campañas con más derrotas que victorias al frente de Washington, fue
despedido el jueves por los Indios, que en julio tenían aspiraciones de meterse
a la postemporada pero terminaron hundiéndose al sótano de la División Central
de la Liga Americana.
Cleveland estaba a tres juegos del primer lugar el 21
de julio antes de perder 21 de 25 encuentros. En agosto, su foja fue de 5-24, y
el equipo siguió en una caída libre hasta el último lugar.
Desde luego, no toda la culpa del mal desempeño es
atribuible a Acta, pero hubo ocasiones en que los Indios parecieron jugar con
desgano, sin realizar su máximo esfuerzo, lo que nunca es un buen reflejo de la
gestión de un piloto.
Acta tuvo un récord de 214-266 en casi tres temporadas
con los Indios. Le quedaba una temporada a su contrato.
Por: Anthony Nuñez.
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