domingo, 25 de marzo de 2012

Estados Unidos alerta posibles guerras por el agua a partir del 2022.

La escasez de agua se agudizará y "las reservas acumuladas en cuencas compartidas podrán ser utilizadas cada vez más como herramienta política", según un informe publicado este sábado por el Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos.

El agua podría convertirse en objeto de conflictos regionales o en herramienta para impulsar objetivos terroristas a partir de 2022, según un informe publicado este sábado por el Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos (NIC, por su sigla en inglés).

El informe, encargado hace un año por la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, "invita a la reflexión" sobre el impacto que el agua puede tener en la seguridad del mundo en las próximas décadas, según consideró la titular de Exteriores en un acto con motivo del Día Mundial del Agua.

"Estas amenazas son reales y plantean graves preocupaciones sobre la seguridad", aseguró Clinton.

El NIC, que reúne a las principales agencias de inteligencia estadounidenses, concluye en el documento que el riesgo de los problemas relacionados con el agua en la próxima década será "mínimo", aunque sí creará tensiones entre estados y amenazará con desestabilizar mercados nacionales y globales.

A partir de 2022, no obstante, la escasez de agua se agudizará y "las reservas acumuladas en cuencas compartidas podrán ser utilizadas cada vez más como herramienta política", según el informe.

"El uso del agua como arma o para impulsar objetivos terroristas también se hará más probable más allá de los próximos diez años", indica el texto, que señala como focos susceptibles al conflicto a Oriente Medio, el norte de África y el sur de Asia.

La escasez de agua será un problema especialmente grave en estados empobrecidos, con tensiones sociales, problemas de liderazgo o gobiernos débiles, que, combinados con el aumento de inundaciones y la sequía, pueden llevar a un agotamiento de la voluntad de los estados de negociar soluciones pacíficas, prevé el informe.

Los citados factores "aumentarán probablemente el riesgo de inestabilidad y fracaso del Estado, exacerbarán las tensiones regionales y distraerán a los países del fin de trabajar con Estados Unidos en importantes objetivos políticos", añade.

El informe predice que los terroristas y los estados rebeldes pueden amenazar con atacar infraestructuras relacionadas con el agua, como
reservas y presas, y que el miedo a las inundaciones masivas "alarmará a la población y llevará a los gobiernos a tomar medidas costosas para proteger la infraestructura del agua". Leer mas, Al momento

Por: Anthony Nuñez.


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