Hubo una palabra en boca de todos aquí en El Busch Stadium, desde los fanáticos hasta los managers y los jugadores del Juego 6 de la Serie Mundial: "Increíble".
Es una palabra que sufre de un sobre uso en nuestra sociedad, pero lo que vivimos el jueves entre Los Cardenales y Los Rangers fue simple y llanamente increíble.
No hay otra forma de describir un partido en que Texas estuvo a ley de un strike de coronarse campeón no una vez, sino dos veces, y cayó víctima de los batazos oportunos de San Luis para dejarse empatar. No hay otra forma de calificar la montaña rusa de emociones de un juego que parecía destinado a ser el mejor momento de la franquicia de Los Rangers, que trataban de ganar el primer título de su historia, pero que al final fue una victoria de los locales que dejaron en el terreno a Los texanos ante 47,325 fanáticos con un jonrón de David Freese quien antes había conectado triple en el noveno para empatar el partido. Y no hay otra forma de apreciar lo que fue uno de los partidos más emocionantes en la historia del Clásico de Otoño-también marcado por muchos errores y corredores dejados en circulación-que al final fue un triunfo de los locales para alargar un día más esta postemporada mágica del 2011.
Por: Anthony Nuñez.
Fuente: espn
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