En la imagen podemos observar a un hombre en Afganistán realizando unas conexiones eléctricas precisamente entre las líneas de alta tensión que suplen a una comunidad. Lo curioso es que lo hace con tanta entrega y descuido, a juzgar por el rostro de felicidad.
No entendemos si en Afganistán es igual que en República Dominicana que las tandas de apagones permitirían a las amas de casas colgar sus ropas en el tendido de alta tensión eléctrica, si así lo desearan.
Aunque esto que mencionamos no es recomendable hacerlo, utilizamos estas palabras como hipérbole o exageración para destacar que debido a la poca energía eléctrica que están recibiendo millones de viviendas en nuestro país, subirse a un poste del tendido eléctrico ya no causa miedo.
Tan sólo en el día de hoy dos sectores de Santiago se lanzaron a las calles a protestar en contra de los constantes y kilométricos apagones que reciben de parte de Edenorte, a pesar de que muchos ciudadanos y ciudadanas pagan religiosamente las facturas que les llegan.
Al pueblo no se le puede reprimir el derecho de reclamar dignamente cuando una institución como Edenorte cobra por un servicio que no está brindando. Ojalá esto termine de una buena vez y para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario