Barack
Hussein Obama hizo historia hace cuatro años al ganar las
elecciones presidenciales y convertirse en el primer afroamericano en la Casa
Blanca.
Pero la victoria en las presidenciales del 2012
ante el republicano Willard Mitt Romney es más
importante. El presidente ya no será un Jimmy Carter, el último demócrata que
no revalidó el mandato. Ahora tiene la oportunidad consolidar su legado y ser
recordado como algo más que el primer presidente negro.
La de esta madrugada también ha sido la victoria
más trabajada del presidente. En el 2008, nadie dudaba de que derrotaría al
republicano John McCain en las presidenciales. Lo difícil, para él, fue
imponerse a Hillary Clinton en las primarias demócrataa. Ahora el suspense se
ha mantenido hasta el último minuto, aunque todos los sondeos apuntaban al
resultado que se ha acabado produciendo. Sin el entusiasmo de la obamanía, no
era fácil movilizar de nuevo a la coalición multicolor que le catapultó a la
Casa Blanca.
Obama y sus
brillantes consejeros --encabezados por David Axelrod, David Plouffe y Jim
Messina-- lo han logrado. Negros, hispanos, jóvenes, mujeres... Al final, en
EE.UU. gana las elecciones el candidato que mejor interpreta el país. La
crisis, por ejemplo. La economía crece a ritmo lento y el paro todavía es alto,
pero este país no vive una recesión. No es Grecia, ni España, por usar algunos
de los países con los que el republicano Romney comparó los EE.UU. de Obama
durante la campaña.
Por: Edwin Cruz.
Fuente: La
Vanguardia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario