Un fruto raro
La planta no parece un árbol frutal, parece más bien un arbusto ornamental, de unos cuatro metros de altura y hojas anchas. El fruto maduro es amarillo o anaranjado y su sabor es ácido.
“El clima de Jarabacoa es bueno para el lulo. Hay dos o tres plantaciones por aquí, pero queremos que se multipliquen, que la gente lo conozca y lo cultive para jugos, mermeladas o para comérselo fresco”, explica Johan Lantigua, administrador de la Asociación Agrícola de Los Dajaos (Asada). Lo incómodo del lulo que se cultiva en Jarabacoa, sigue Lantigua, es que el fruto debe recogerse y manipularse con guantes, debido a que su cáscara viene forrada con diminutas espinitas que podrían provocar algún daño en las manos. Esta variedad del lulo se conoce como Septentrional, pero hay otra, la quitoense, que no tiene espinas y que puede procesarse con todo y cáscara. Más sobre el lulo- El lulo es un arbusto de la familia de las solanaceae. El fruto, ovoide, llega a medir entre 4 a 6 centímetros de diámetro y por dentro tiene un color verdáceo. El tallo es semileñoso y las hojas, lobuladas y grandes, alcanzan hasta los 45 - El lulo es un fruto de clima fresco que requiere mucha agua. La temperatura adecuada para su cultivo debe rondar los 178 y 208 grados Celcius. Puede crecer de forma espontánea, preferiblemente en lugares sombreados.- La planta produce frutos todo el año. Se da por semillas, por injerto y por estacas.
Fuente: yalodominicana.blogspot.com
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