domingo, 21 de agosto de 2011

CONCORDANCIAS Y DISCORDANCIAS EN LA RELACION INTERNA DE LAS PALABRAS

Por:Lic.Domingo Caba Ramos para www.mibaitoa.net
Las palabras, en ocasiones, se parecen mucho a las personas. Así como muchos seres humanos generan situaciones conflictivas cuando entran en contacto con otros, las palabras también entran en conflicto o pierden la armonía que con otras deberían mantener cuando internamente se relacionan entre sí, esto es, se comportan discordantemente.

La concordancia consiste en la correspondencia gramatical o en la igualdad de género y número que existe entre sustantivos y adjetivos, y en la igualdad de número y persona entre el verbo y el sujeto. Esto quiere decir que el sustantivo concuerda con el adjetivo en género y número, y el sujeto concerta con el verbo en número y persona.

Se define también la concordancia como la conformidad o igualdad de accidentes gramaticales que existe entre dos o más palabras variables en la oración. Implica esta relación de igualdad, una acomodación de una palabra a otra dentro de la oración, la cual está regida por las llamadas reglas generales y especiales de concordancia.

A la falta de concordancia se le llama discordancia.

Aunque son diversos los casos de concordancia, esta vez solamente serán considerados aquellos que más dudas, vacilación y errores generan, tanto en la lengua oral como escrita.

CASOS

1. Cuando el adjetivo se refiere a varios sustantivos singulares del mismo género, va en plural y en dicho género:

a) El nieto y su abuelo están enfermos.
b) Ciencia y tecnología americanas.

Pero si los sustantivos son de distintos géneros, el adjetivo irá en masculino plural:

b) El niño y la niña son muy graciosos.
c) Actores y bailarinas dominicanos.
d) Pantalón y camisa oscuros.

2. Cuando un adjetivo se pospone o va detrás de dos o más sustantivos, concierta con ellos en plural:

a) Habló con claridad y erudición admirables. ( Es admirable tanto la claridad como la erudición )
b) Lengua y literatura españolas. (Es española tanto la lengua como la literatura).

Si en cambio se pretende calificar solo al sustantivo más cercano, el adjetivo pospuesto irá en singular:

a) Habló con claridad y erudición admirable. (Solo la erudición es admirable)
b) Lengua y literatura española. (Solo la literatura es española).

Cuando se antepone, el adjetivo concierta con el sustantivo más próximo:

a) El público lo recibió con entusiasta admiración y aplauso. (Solo la admiración es entusiasta).
b) Realizó un intrépido operativo y rescate. (Solo el operativo es intrépido).

Concertará con todos los sustantivos, si se trata de nombres propios o nombres comunes de personas:

a) Las cariñosas madre y abuela.
b) Los valientes Pedro y Juan.

3. Cuando una persona aparece ocasionalmente designada con un sustantivo de género distinto al de su sexo, los adjetivos pueden concertar con este: a) A mi vecino le nació una criatura deformado, extraño y bastante feo. (La criatura pertenece al sexo masculino)

4. Las palabras medio, demasiado y bastante sólo concuerdan en género y número con el sustantivo cuando funcionan como adjetivos:

a) Media libra
b) Demasiadas personas
c) Bastantes juguetes.

Pero cuando funcionan como adverbios se mantienen invariables, vale decir, conservan su género y su número, aunque estén colocadas delante de un nombre o adjetivo de género femenino y número plural:

a) Bastante cariñosos. (No bastantes cariñosos)
b) Medio enferma. (No media enferma)
c) Demasiado traviesa. (No demasiada traviesa)

5. Cuando un sustantivo está seguido de un modificador encabezado por “con”, “como”, y las construcciones “así como”, y “tanto como”, requiere el verbo en plural”:

a) El general, con su ejército, fueron indultados.
b) El presidente, así como su asistente especial, no quisieron ofrecer declaraciones a la prensa.

6. Dos o más demostrativos neutros son equivalentes, para la concordancia, a uno solo en singular:

a) Todo esto y algo más motivó mi nerviosismo.
b) Aquello y lo que se temía del presidente precipitó el golpe de estado.

7. Dos o más sustantivos neutros, o dos más infinitivos, llevan el verbo en singular:

a) Lo difícil y lo temible de su plan era su falta de precisión.
b) Cantar y bailar es mi placer.

5 .El posesivo concuerda con lo poseído, no con el nombre del poseedor. En el empleo del “su posesivo” (3ra. Persona), deben evitarse las confusiones utilizando los pronombres demostrativos este, esta, aquel o aquella según la distancia a que se encuentren del sustantivo:

“El diputado agasajó al senador en compañía de su familia.” ¿De quién es la familia, convendría preguntarse, del diputado o del senador?

MEJOR:

1. “El diputado agasajó al senador en compañía de la familia de este (Familia del senador)
2. “El diputado agasajó al senador en compañía de la familia de aquel (Familia del diputado)


11. Dos o más sustantivos singulares relacionados por las conjunciones ni u o llevan el verbo tanto en singular como en plural: a) Ni la lluvia, ni el frío impedía (o impedían) la manifestación del pueblo.


CONCORDANCIA DE LOS COLECTIVOS.


1 .Los colectivos como multitud, infinidad, caterva, gente, muchedumbre, número, vecindario, pueblo, a causa de la idea de pluralidad que encierran cuando están en singular, pueden concertar con un adjetivo o verbo en plural: a) La gente, a una señal convenida de su jefe, se amotinaron.

2. Cuando el colectivo va modificado por la preposición de seguida por las personas o seres de que consta el conjunto, designadas en plural, vale la concordancia tanto en plural como en singular. Se establece la misma con el complemento en plural (concordancia gramatical) o con el colectivo en singular (concordancia de sentido):

a) Guardaba (o guardaban) el paso una multitud de hombres armados.
b) Un tropel de visitantes se ha (o han) reunido a la puerta del despacho.

3. Los sustantivos mitad, parte, resto y otros semejantes, aplicados a un conjunto de individuos, pueden concertar en singular o plural:

a) La mitad de los náufragos se salvaron (o salvó)
b) Una parte de los soldados venía (o venían) sin armas.

Si en cambio acompañan al colectivo adjetivos o frases complementarias que refuercen la singularidad gramatical o disminuyan la idea de pluralidad, la concordancia en plural resulta imposible:

a) El vecindario, conmovido por sus elocuentes palabras, aplaudió delirantemente.
b) Aquel grupo, entre todos los estudiantes, brilló de manera espectacular.

4. Favorece la concordancia en plural de los colectivos singulares, las distancia a que se encuentren del verbo o adjetivo con que deben concordar. Cuando las palabras interpuestas son muchas, se recomienda la concordancia en plural:

a) El público, después de tan ruidosa propaganda en periódico y en carteles, se agolparon en las taquillas del teatro.
b) La gente, al notar la presencia de los agentes policiales, huyeron aterrorizada.

Si son pocas las palabras interpuestas, o si los elementos concertados se suceden de inmediato, la concordancia gramatical se impone por la proximidad:

a) El público se agolpó en las taquillas del teatro...
b) La gente huyó aterrorizada.

DISCORDANCIA DELIBERADA.

A veces nos dirigimos a un sujeto singular con el verbo en plural con la intención de lograr un efecto estilístico deliberado, bien para participar amablemente en la actividad o estado de nuestros interlocutores, bien con intención irónica. Preguntamos a un enfermo, por ejemplo, ¿Cómo estamos? ¿Qué tal vamos?

En ciertas ocasiones se intenta disminuir la responsabilidad diluyéndola en una pluralidad ficticia. Se dice, en tal sentido, “Lo hemos estropeado”, no habiendo más culpable que uno mismo. La misma discordancia tiene lugar con el llamado plural de modestia, que hace hablar a un autor u orador de sí mismo en primera persona del plural (vimos, creemos, pensamos); o con el plural mayestático representado por el pronombre nosotros: a)” Nosotros trabajaremos por el pueblo”, dice el orador en la tribuna.

Paralelamente al nosotros de modestia, ha tenido y tiene todavía mucho uso el posesivo “nuestro” con el mismo sentido. Una modesta forma pronominal cuyo uso precisa de prudencia y/o racionalidad, por cuanto su alta frecuencia en el acto comunicativo, además de restarle elegancia al discurso, pone de manifiesto la inmodestia que con ella se pretende ocultar.


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