jueves, 18 de agosto de 2011

Así arrancaron el año escolar en esta escuelita

Por Maribel Hernandez

Con una tasa neta de cobertura nivel inicial de un 35.80%, para el nivel básico 89.50% y para el medio de 49.70%, la alegría nacional que debe marcar el inicio de la escuela está incompleta y debemos procurar, tal y como plantea la constitución, que esos valores se conviertan en el 100%. Y eso solo se logra propiciando un financiamiento suficiente y constante.

Un 35.80% de cobertura inicial significa que, de cada 100 niños-as con edades entre 3 y 5 años, 64 no están asistiendo a la escuela. Así en la básica 10 de cada 100 se quedan fuera o están en condiciones de sobreeedad en el nivel inicial y en la media 50 de cada 100.

Las informaciones fueron ofrecidas durante una actividad que la Coalición denominó “Inicio del Año Escolar Alternativo” en la Escuela Manolo Aurelio Tavarez Justo en el sector de Brisa del Este, centro docente con una población de 400 estudiantes que no pudo iniciar clases por las malas condiciones en las que se encuentra el referido centro académico

No todos nuestros estudiantes podrán asistir a la convocatoria del Ministerio de Educación al inicio del año escolar. Algunos casos, como el de la escuela Narciso González en el sector el Tamarindo de Los Alcarrizos, contará con aulas transportables para poder garantizar la educación de 400 niños y niñas de una de las zonas más desfavorecidas de Santo Domingo.

Otros dictarán clases a la sombra de un árbol y cantarán orgullosos/as el himno dentro de una carpa, como es el caso de Santo Domingo Este. Siendo irónico podría describirse esta situación como “aula virtual”.

Además 64 niños-as de Los Roblitos, en Padre Las Casas de Azua, llevan tres años sin recibir clases, a la espera de que las autoridades se apiaden de su situación. Aplaudimos las declaraciones emitidas desde el Ministerio de Educación que afirma resolverán ese problema para este año escolar, pero es inaceptable que hayan transcurrido tantos años. Esta situación ha colocado a esta comunidad en desventaja, ya que han acarreado importantes brechas de calidad por temas como la sobre-edad y el tiempo transcurrido desde la última clase que estos niños y niñas vivieron.

Pero estos son solo ejemplos de lo que sucede por la falta de inversión en educación. Recientemente el Observatorio del Presupuesto en Educación denunciaba que no se ha financiado siquiera la mitad de lo previsto por el Plan Decenal de Educación vigente. Para más, en todo el 2010 se ha destinado a la construcción y mantenimiento de escuelas la módica suma de $4,000 millones, pero el Plan Estratégico “1,000 X 1,000” prevé que debieran haberse destinado $8,663 millones. Otra vez la inversión se queda en la mitad.

Durante el primer trimestre del año en curso, según información publicada en el portal del Ministerio de Educación, la ejecución de los Proyectos de Inversión (aquellos destinados a generar bienes de capital) solo alcanzó el 0.84% del presupuesto vigente.

El Observatorio mencionado anteriormente asimismo denuncia que existen 363,000 niños, niñas y adolescentes que se encuentran fuera del sistema educativo. Éstos no asisten siquiera a las aulas transportables ni las “virtuales” bajo el árbol.

Las construcciones, reparaciones y mantenimiento de las escuelas es solo uno de los tantos problemas que se evidencian por la falta de inversión en educación que tiene alto impacto tanto en el acceso como en la calidad de la educación.

No dejemos que eso siga sucediendo y para que el próximo ciclo lectivo comience sin estos problemas, reclamemos el 4% del PIB para educación YA.

La promesa de un compromiso con la educación se concretiza en el presupuesto, asignando lo que mandan la constitución, la ley y los planes, hechos por el propio gobierno. Aun la población está a la espera de que se cumpla con la promesa de los 5,409.5 millones adicionales que ofreció el presidente de la República Dominicana el 15 de diciembre del 2010 y el inicio del Foro Permanente por la Educación Dominicana que fue anunciado en la misma fecha.

Otro año escolar inicia, llenos de esperanza y fe en el mañana. Pero esa esperanza se diluye en los niños-as y adolescentes que no encuentran cabida en el sistema. Otro año sin escuela es otro siglo de miseria. Otro año escolar que inicia sin el 4% para educación pre-universitaria y eso significa, niños en edad de inicial que, si en el futuro logran ingresar a la básica, lo harán en condiciones de desigualdad.

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